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0001 Gestión Forestal / Silvicultura
El mito:
Construir edificios de madera implica la tala de árboles y, consecuentemente, un impacto negativo en la superficie forestal (deforestación) y en el planeta (emisiones de CO2 y cambio climático).
La realidad:
Actualmente, los bosques europeos se están expandiendo, almacenando carbono y suministrando madera de forma sostenible.
Deforestación
La superficie de bosques en Europa ha aumentado un 9% en los últimos 30 años. Asimismo, existen 227 millones de hectáreas de bosques, que cubren el 35% de la superficie europea. El 75% de estas hectáreas están preparadas para suministrar madera.
La tala anual responsable y certificada tiene como objetivo la regeneración activa, es decir, la replantación asistida o natural de los bosques “maduros”. Estos son árboles que ya han finalizado su ciclo de vida y que no realizan sus funciones vitales completas, entre ellas la absorción de CO2. Por ello, se aprovecha la madera para propiciar la regeneración de la biodiversidad y proporcionar productos respetuosos con el medio ambiente antes de su descomposición.
Emisiones de CO2
El promedio de almacenamiento de carbono en biomasa forestal es de 155 millones de toneladas anuales aproximadamente.
Una vez la madera es recolectada sigue almacenando el carbono durante todo su ciclo de vida. La cifra oscila entre 2,5 y 2,8 toneladas per cápita, contribuyendo así a la reducción de las emisiones de CO2.
Cambio climático
Cada vez hay más devastaciones propiciadas por el calentamiento global como plagas, nevadas, ventiscas e incendios, entre otros, que dañan repentinamente el ecosistema del bosque, imposibilitando la regeneración activa y afectando al medio ambiente. En este caso, los gobiernos de cada país establecen políticas de gestión sostenible forestal que promueven la administración asistida de los bosques.
Subsecuentemente, el consumo de madera y todos sus productos son un factor influyente en el desarrollo sostenible del sector. Los ingresos de la venta de madera respaldan la mayoría de las actividades y el tratamiento de los bosques.
La conclusión:
El uso de madera certificada en el sector de la construcción está aumentando en Europa. Esto implica un impacto positivo para el medio ambiente ya que se utiliza un recurso natural, se alarga el ciclo de vida y la liberación de CO2, se reduce el exceso de existencias de madera minimizando posibles devastaciones propiciadas por el calentamiento global y se favorece la regeneración asistida o natural de los bosques.
Referencias: